La empresa Furukawa Plantaciones C.A. del Ecuador atenta nuevamente contra los derechos humanos de las y los abacaleros, específicamente el derecho a la reparación integral. El 17 de enero de 2025, personal de la empresa se presentaron en la hacienda Isabel (kilómetro 42 de la vía Santo Domingo - Quevedo) y simularon haber cumplido con el pedido de disculpas que ordenó la Corte Constitucional en noviembre de 2024. Sin embargo, este acto violó los términos de la sentencia y los estándares sobre reparación que han sido emitidos por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
Tanto la sentencia de la Corte como el SIDH han establecido que las disculpas públicas son parte de un “acto público de reconocimiento de responsabilidad” por la violación a derechos humanos, “con la presencia de las personas afectadas y de los medios de comunicación”, y con el fin de que “la ciudadanía conozca que Furukawa sometió a generaciones de personas a una práctica análoga a la esclavitud durante más de cinco décadas” (Párr. 204 de la sentencia).
Algunos de los y las abacaleros que aún viven en dos de los campamentos de la hacienda Isabel rechazaron de manera inmediata esta deleznable acción de la empresa, se negaron a participar y lo comunicaron a su representante legal. Al respecto señalamos que, pese a que este acto sucedió en la hacienda Isabel, lugar previsto por la Corte Constitucional, la empresa violó los siguientes estándares establecidos para este tipo de reparación:
El acto de disculpas no fue dialogado ni acordado con las víctimas. En contradicción, la empresa llegó de sorpresa, acompañados por la policía y sin notificación a las 342 víctimas reconocidas ni a sus representantes legales.
No las realizó el representante legal de la empresa—sea su gerente Adrián Herrera o la presidenta Corazón Misa. No se ha logrado identificar a la persona que las hizo.
Se realizó ante un muy pequeño grupo de trabajadores que no son víctimas del caso. Todo lo opuesto, ellos trabajan en otro campamento, al amparo de un ilegal comodato firmado en 2019, que les ha permitido seguir cosechando la fibra a cambio de no denunciar a la empresa y renunciar a sus derechos.
Después de que el funcionario de Furukawa leyó las disculpas, inmediatamente y expresando mucho malestar, afirmó que “la Corte Constitucional no observa y no está atada a una realidad de lo que ocurre. Y los nombres de las personas a quienes nos están obligando a reparar (...) muchos de ellos jamás han entrado a cortar una planta de abacá”.
A esta ruin declaración se suma la campaña “mitos y verdades” que la empresa ha activado en sus redes sociales X y Facebook en la que insiste en negar su responsabilidad por haber sometido a 342 trabajadores abacaleros a formas contemporáneas de esclavitud, desconoce el fallo de mayoría de la Corte Constitucional y afirma que la empresa no podrá cumplir con la sentencia. Uno de sus abogados, Juan Francisco Guerrero, también participa de esta campaña a través de entrevistas e insiste que se trata de un asunto netamente laboral.
La empresa sólo invitó a dos medios de comunicación locales cuando debió realizar una convocatoria amplia que asegure la publicidad de un acto de reconocimiento y disculpas públicas.
Al irregular acto asistió también el Notario Segundo del Cantón Santo Domingo, Alex Samaniego, quien afirmó ante uno de los medios haber constatado el fraudulento cumplimiento de las medidas de reparación.
Como ha referido Carlos Beristain, experto en atención psicosocial a víctimas, los actos de reconocimiento y disculpas públicas son muy sensibles por su componente simbólico en relación con la injusticia de los hechos cometidos, la dignidad de las víctimas que ha sido denigrada y para la recuperación de su buen nombre. En ese sentido deberían constituir una validación social de las víctimas “inmersa en un reconocimiento explícito de la veracidad de los hechos y de la responsabilidad” de los perpetradores, en este caso, de la empresa Furukawa y del Estado ecuatoriano.
Las y los abacaleros afectados y el Comité de Solidaridad Furukawa Nunca Más, declaramos que esta acción de Furukawa Plantaciones C.A. no constituye reconocimiento de responsabilidad ni disculpas públicas, la cual se suma a la serie de ataques, difamaciones y humillaciones que ha perpetrado desde el año 2018.
También expresamos nuestra preocupación por el pedido de disculpas públicas que prepara el Estado ecuatoriano. Esto ocurre después de que el Ministro de Defensa emitiera una tibia disculpa a las familias de los cuatro niños afroecuatorianos desaparecidos y después calcinados por las Fuerzas Armadas. Es alarmante que haya negado la responsabilidad del Estado sobre este crimen, que haya amenazado a la jueza que resolvió el hábeas corpus, y que delirantemente haya afirmado que la defensa de derechos humanos se está usando para la persecución política.
La Corte Constitucional debe garantizar el cumplimiento estricto de la sentencia y no permitir que la empresa Furukawa siga burlándose de los trabajadores después de haberse enriquecido a costa de su trabajo en condiciones de esclavitud moderna.
¡REPARACIÓN INTEGRAL YA!
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Para más información sobre el caso dirigirse a la página web:
En redes sociales: @abacalerolibre
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